Necesitamos viento en estas velas

Pero como todo buen navegante sabe, éstas han de izarse a lo largo de un mástil lo suficientemente resistente como para no doblegarse por los embates de las galernas.

La vida es una travesía que iniciamos como jóvenes grumetes y que dependiendo de la nave que cada uno vaya construyendo, será capaz de arribar a buen puerto o zozobrar en la  inmensidad del océano de la mediocridad.

Dotemos a la población de los mejores materiales posibles, los motivos y las razones por las que no deban de temer hacerse a la mar e insuflemos el aire necesario para que emprendan su viaje iniciático.

Hacerse a la mar sin miedos ni titubeos

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